Yo ya hace muchos años que corro. Sin competir, desde hace casi 30 años. Compitiendo, sólo desde hace 2. Así que puede decirse que es un hobby que me ha acompañado durante casi toda mi vida. ¿Que por qué lo hago? ¿Por qué somos tantos que lo hacemos? ¿Y por qué cada vez somos más? ¿Por qué cuando salir a entrenar implica casi siempre un sacrificio personal, pasar frío o calor, madrugar para las carreras, tener agujetas bastantes veces al acabar, lesionarse alguna que otra vez,...? ¿Será que estamos todos locos?
Los primeros recuerdos que tengo asociados al correr son de cuando tenía 8 años. En el colegio solíamos hacer carreras de un lado al otro del patio. Me encantaba la sensación de nervios en el estómago justo antes de oír el famoso: "preparados, listos, ya". Durante la carrera, disfrutaba de la sensación de velocidad y del notar cómo iba dejando atrás el suelo zancada a zancada. Y, cuando llegaba al final del patio y me paraba de golpe con las dos manos en la pared de piedra, me invadía una sensación de orgullo personal por haber acabado esa carrera.
Mucho ha llovido desde entonces. Ahora ya no entreno distancias cortas y velocidad, como entonces, sino carreras largas y resistencia.
El entreno en serio empezó con un regalo de unas bambas y una inscripción para la maratón de Barcelona del 2009. Siguieron cinco meses de duro entreno que acabaron viéndose truncados, semana y media antes del gran evento, a causa de un accidente de moto que me fracturó el pie.
Pero la espinita siguió ahí clavada y en el 2011, después del embarazo y nacimiento de Pol, mi primer hijo, vino la maratón de Barcelona (marzo 2011) y luego la de Berlín (septiembre 2011). Según mi médico, esta última maratón parece que ya la corrí embarazada de Kai, mi segundo hijo. Y desde octubre de este año, tres meses y medio después de su nacimiento, he vuelto a entrenar con el objetivo de correr mi 3ª maratón,
Barcelona 2013 y recaudar fondos para Somalia.
Podría parecer que correr crea esa especie de adicción de la superación constante y de la lucha contra ti mismo. Lo es. Pero para mi correr es mucho más que eso. Correr es compartir con los que entrenas, disfrutar de las sensaciones al aire libre, emocionarte al llegar a la meta, energía para el resto del día después de cada entreno, ilusión por nuevos retos. Desde ahora, además, va a tener el valor añadido de saber que, con cada kilómetro recorrido, gente como Samia podrá llevar a cabo su sueño en un futuro. Y eso casi son ruedas a la hora de correr.
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